lunes, 19 de octubre de 2009

Nuestra Politica Liberal


Concluida la etapa de Organización de la República, la nación se encontraba en un período de acelerado crecimiento en todos los aspectos: un notable grado de prosperidad económica fue de la mano con una mayor libertad política y un alto nivel de madurez cultural. En el plano político, las ideas liberales de los intelectuales y políticos, desplazan a la tendencia conservadora, emprendiéndose reformas que producen choques con la Iglesia (leyes laicas). También se quita poder al Presidente, a favor del Parlamento, que influye grandemente en los asuntos públicos. Durante este período el país alcanza una notable prosperidad económica, reflejada en la gran producción y exportación de plata, cobre, carbón y trigo. Esta pujanza económica y el espíritu emprendedor de los chilenos les llevan a establecerse en los desiertos del Perú y Bolivia (explotación de salitre en las provincias de Tarapacá y Antofagasta). Además, la colonización de la región de Los Lagos y de la Araucanía permite incorporar más tierras a la agricultura. El desenvolvimiento técnico y material se hace evidente en la naciente industria y en las ciudades, lo que unido a la incorporación de la riqueza salitrera conduce al país a un grado enorme de prosperidad. No obstante, Chile choca en sus intereses económicos (alza de impuestos al quintal de salitre exportado) con Perú y Bolivia, situación que provoca la Guerra del Pacífico, conflicto tras el cual Chile obtiene nuevos territorios con la incorporación de las regiones salitreras de Tarapacá y Antofagasta. A la vez, tiene que renunciar a la Patagonia y a parte de Tierra del Fuego, que son cedidas a la Argentina (1881). En el ámbito cultural se refleja una gran madurez, cultivándose la historia, la literatura y la pintura, a la par con el desarrollo de la instrucción pública en todos sus niveles.

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